13 julio, 2009

Accidentes en perros

ACCIDENTES

Siempre es mejor prevenir que curar. Muchos accidentes se podrían evitar con un buen adiestramiento, para que el perro obedezca. Cuando nuestro perro camina por la calle, especialmente en zonas con mucho tráfico, debemos asegurarnos de que está bien entrenado y siempre permanece bajo control de una persona responsable. Si se produce un accidente, no hay que dejarse vencer por el pánico, sino actuar con sentido común. Si el animal ha resultado herido en un accidente de tráfico, o ha sufrido una caída, y todavía existe el riesgo de que se produzcan más daños, debemos retirarle de la fuente de peligro con mucho cuidado. Un perro herido de cierta consideración podría modernos si está bajo el efecto del shock o tiene intensos dolores; por tanto, antes de evaluar el alcance de las lesiones conviene amordazarlo con una cuerda o con la corbata.

Prevención de accidentes

Caminar al paso
Incluso un perro perfectamente adiestrado puede lanzarse a ciegas a cruzar la calle si ve algo interesante al otro lado. Por tanto, siempre debería llevar correa cuando paseemos con él cerca del tráfico. En el campo también debería llevar correa, si el terreno es peligroso o hay otros animales cerca.
Acción de emergencia
Si un perro herido está inconsciente, pero respira con normalidad, pulsamos con un dedo las encías para comprobar si la sangre vuelve instantáneamente al retirarlo. Si esto no sucede, podría deberse a una hemorragia intensa. El flujo de sangre de las laceraciones externas se detiene taponando la herida con una venda y presionando firmemente.

Como trasladar un perro herido

1. Si el perro está en un lugar peligroso hay que trasladarlo, esté consciente o no. Primero comprobaremos las lesiones evidentes, como hemorragias o miembros rotos. Alguien deberá vigilar el tráfico mientras administramos primeros auxilios del animal, para estabilizar su estado.
2. Si contamos con otra persona para que nos ayude, sujetamos el cuerpo del perro y lo colocamos sobre una manta o un abrigo. Si estamos solos, lo que se hace es colocar la manta a lo largo del costado del animal y, agarrando firmemente la piel sobre el cuello y la cadera, arrastrarlo dentro de la manta. A continuación retiramos al perro de la zona de peligro, tirando de la manta. No hay que tocarle las heridas.
3. Un perro implicado en un accidente de tráfico puede sufrir lesiones internas, precisando atención inmediata de un veterinario. No hay que mover al perro más de lo necesario. Empleando la manta a guisa de camilla, se transporta el animal a un vehículo y se lleva al veterinario tan rápido como sea posible. Su cuello tiene que ir estirado, para que pueda respirar sin dificultad.
4. Si se ve a simple vista que el perro sufre fuertes dolores es mejor colocarle una mordaza improvisada antes de intentar moverle. Para ello, le atamos un pañuelo o una cuerda alrededor del hocico, haciendo un nudo debajo de las mandíbulas y otro detrás del cuello.
5. Aunque aparentemente el perro esté normal, puede haber resultado dañado algún órgano interno, por lo que, una vez retirado de la zona de peligro, habrá que examinarlo concienzudamente. Un perro involucrado en cualquier accidente de tráfico debería ser llevado al veterinario tan pronto como sea posible, para ser reconocido.
6. Se palpan con suavidad las patas, por si hubiera algún hueso roto o dislocado. Si sospechamos la existencia de una fractura, el miembro afectado se debería mover lo menos posible. Un perro con lesiones en la columna se debe trasladar sobre una tabla plana.

Advertencia
Algunos perros tienen una personalidad estoica y pueden ocultar sus dolencias. Esto hace que tengan más riesgo que los perros más "quejicas" de sufrir complicaciones, como una conmoción cerebral postraumática. Una hemorragia interna puede no producir síntomas externos hasta que el animal entra en estado de shock. Todo perro, víctima de un accidente, debe ser reconocido por un veterinario y permanecer en observación durante 24 horas.

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